Localidad: Caleruega
Fecha: 30 de Abril
Es tradicional en las sierras castellanas "pingar el Mayo" el último día de abril. El Mayo no es otra cosa que el pino más alto del pueblo, que se coloca en la plaza, entre cánticos y bailes populares, siendo también encargados de dicha labor los quintos/as.
Cuando se ha "pingado" el Mayo, se cantan las Mayas. Se hacen dos grupos que se sitúan a una distancia considerable para que se oigan las voces replicantes. Así se hace un largo recorrido por el pueblo con el fin de de que desde todas las casas se oiga la canción.
Las mayas.
Mes de mayo, mes de mayo, mes de los grandes calores,
Cuando las cebadas granan, los lirios ya están en flores,
Cuando los bueyes van gordos, los caballos corredores,
Cuando los enamorados andan en busca de amores.
Unos regalan con rosas, y otros con rosas y flores,
Otros con verdes naranjas y otros con agrios limones,
Otros con palabras dulces que roban los corazones,
Otros con buenos dineros, que aquéllos son los mejores.
Aquí vive y aquí mora, aquí mora una factora.
Aquí vive un caballero, caballero muy honrado,
Sabemos que tiene vino, que nos baje a dar un trago.
Ya ha venido mayo, bienvenido seas,
Que con tu venida los campos se alegran.
Alegraos chicas, y también chiquillos,
Que ha venido mayo por esos cerritos
Floreciendo aliagas y también tomillos.
Alegraos mozas, mozas y casadas,
Que ha venido mayo por esas cañadas
Floreciendo trigos y también cebadas.
Danos la licencia si nos la has de dar,
Que la noche es corta y hay mucho que andar.
Tu cabeza grande y aunque pequeñita,
Que en ella se forma una margarita.
Tu cabello hermoso, hebra de oro fino
Donde yo me enredo cuando en ti imagino.
Tu frente es preciosa, es campo de guerra
Donde el rey Cupido plantó su bandera.
Esos tus dos ojos como dos luceros
Que alumbran la noche a los marineros.
Esas tus dos cejas un poquillo arqueadas,
Que a la luna nueva me son comparadas.
Esas tus cejillas dos parras de cerras,
Crían alhelíes, también azucenas.
Tu nariz aguda es filo de espada
Que a los corazones sin sentir los pasa.
Esos tus carrillos peras de Aragón,
Comerlas quisiera si están en sazón.
Tu boca pequeña y amorosa el habla,
Tu diente menudo, tu lengua encarnada.
Esas tus orejas con sus dos pendientes
Adornan tu cara y tu linda frente.
Esa tu garganta tan clara y tan bella
Que el agua que bebes toda se clarea.
Esos tus dos brazos son dos picaportes
Que cuando tú los cierras siento yo los golpes.
Esos tus diez dedos cargados de anillos
Que para mí son cadenas y grillos.
Esos tus dos pechos son dos fuentes claras
Donde yo bebiera si tú me dejaras.
Esa tu cintura es tan redelgada
Que parece junco criado en la playa.
Esos tus dos muslos son de oro macizo
Donde se sostiene todo el edificio.
Esas tus rodillas dos bolas de plata
Donde se sostiene toda mi esperanza.
Tu pie pulidito y el andar menudo,
Con esos pasitos engañas al mundo.
Levantaos damas, de esas lindas camas,
Abriréis los cofres nos daréis castañas.
Levantaos damas, de esos blancos lechos,
Abriréis los cofres, nos daréis dinero.
Si nos dais chorizos no los deis pequeños,
Si nos dais huevos no nos los deis hueros.
Esta noche me despido de cantar con mis amigos.
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